«Yo siempre he tenido molestias en mi hombro por la sobrecarga que he tenido como atleta profesional en el lanzamiento de la bala. Pese a que mi umbral del dolor es bastante alto, había un momento en que no podía aguantar y tenía que bajar la intensidad del entrenamiento, o definitivamente, parar. Hace dos años, desde que empecé a tratarme en Biomedics, nunca más suspendí los tratamientos, dejé los antiinflamatorios y pude continuar el nivel de exigencia al que me expongo todos los días»