“Las crisis de dolor cuando llegué a Biomedics, me duraban 5 horas. Probé todo tipo de tratamientos y fármacos pero los dolores seguían e iban en aumento. A la cuarta sesión de terapia, ya pude disminuir al mínimo los remedios. Mi cuerpo, mi mente y mi estado anímico fueron cambiando. A Biomedics no voy sólo a tratarme el dolor, me aplican diferentes programas con la máquina; si he estado muy ansiosa, estresada, o si no he dormido bien, el terapeuta me aplica un programa especial para cada molestia. Después de unos minutos… ya comienzo a sentir alivio… Yo no niego a que me vuelvan los episodios de dolor. Lo importante es que aprendí a tener una actitud de vida diferente, ser menos autoexigente, aprendí a llorar, a reír, ¡a bailar. Ahora, mi opción es vivir sin quejarme, es entregarme bienestar: y eso me lo entrega la terapia en Biomedics. Estoy más consciente de todo, y feliz, disfrutando de la vida”.